La mejora de los niveles de salud en general es una de las causas que ayudan a entender el aumento de la esperanza de vida entre las personas mayores y, junto con ella, la necesidad de conservar los dientes de la boca. El éxito del tratamiento endodóntico termina con una rehabilitación de la pieza dentaria que restituye su función. Este éxito se valora mediante parámetros sintomáticos, radiográficos e histológicos. Es importante escuchar atentamente la descripción del paciente, que nos puede proporcionar información importante sobre el tipo de lesión pulpar o periodontal y realizar así un correcto diagnóstico.
La importancia del diagnóstico correcto y la planificación del tratamiento no se deben subestimar. Hay varias causas que pueden originar la enfermedad en la pulpa dental, tales como caries extensas, restauraciones profundas o traumatismos. Una lesión irreversible de la pulpa acaba con la vitalidad del diente. La endodoncia permite restaurar el diente afectado por la afección pulpar. Es un tratamiento conservador, que tiene como finalidad restaurar la integridad anatómica y funcional del diente ya que, de otro modo, deberíamos extraer para eliminar el dolor o la infección.
La intervención consiste en eliminar el tejido pulpar inflamado o infectado y llenar la cámara pulpa y los conductos radiculares con un material sellador que impide el paso de bcterias y toxinas infecciosas. Los microorganismos que colonizan los conductos radiculares desempeñan un papel principal en la enfermedad pulpar y periapical y el éxito del tratamiento endodóntico se debe, en gran parte, a las técnicas empleadas para eliminar bacterias intraradiculares.
La endodoncia nos permite preservar lo que por naturaleza nos ha sido dado. Lo que quizás deberíamos haber cuidado antes.
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